18 febrero 2007

Quejarse no es un derecho del consumidor, es un deber

Carrefour
He comprobado que quejarse funciona, al menos con el servicio de atención al cliente de Carrefour. La historia comienza cuando, a principios de enero aprovechando que hacía algunas de mis compras de reyes en este centro de Elche, compré un roscón típico relleno de nata.

Cuál fue mi sorpresa cuando, tras comernos la totalidad del roscón el día 6, éste CARECÍA DE LA FIGURITA DEL REY. Decepcionada e indignada escribí al servicio de atención al cliente con el miedo, por una parte, que se tomaran a coña el asunto.

A coña o no, el caso es que me contestaron, primero desde el departamento central y luego fue el propio Director de Carrefour Elche, Antonio Márquez, el que se dirigió a mi pidiéndome disculpas y me ofreció que me acercara al centro para recibir una compensación. Así que ayer, allí estaba yo, preguntando por Eva, responsable de panadería, que me recibió amablemente y me ofreció una tarta, muy rica por cierto, en compensación por el desagravio. Conocía perfectamente la historia y es que no creo que todos los días haya alguien se tome las molestias de hacer una reclamación tan estrafalaria como ésta.

Moraleja: ¡Reclamad, ya no por vosotros, sino por todos aquellos que, metafóricamente, se quedaron sin figurita del roscón!

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