07 noviembre 2005

Un día en las carreras

carrera moto gp en Ricardo Tormo
Y no se trata de la gran película de los Hermanos Marx, ni tiene que ver con la hípica, sino que se trata de mi estancia en la final de la competición mundial de motociclismo en Cheste el 6 de noviembre de 2005.

Nos desplazamos allí el sábado, después de plantar la tienda en la zona de acampada (te cobran dos días por dormir sólo uno) y es parecido a acampada Viñarock (polvo, basura y aseos azules) con la diferencia que aquí el 80% de la gente va enfundada en un mono motero y al 100% de ellos les "chiflan" las motos (¿de verdad se utiliza esta expresión todavía?).

Afortunados con pase de padock pudimos acceder a boxes y conocer en persona a algunos pilotos de 125 – futuros ídolos de masas tipo Dani Pedrosa, con suerte y talento. También pudimos ver, aunque de lejos y rápido al rey Valentino Rossi, huyendo de las masas y los presentadores de Caiga quién Caiga, muy majo el Arturo Fernández por cierto. Más famosos de todo tipo, desde Michael Jordan a Pocholo pasaron a nuestro lado, personajes con los que no coincides todos los días.

Al día siguiente, y es lo importante, tras una noche "insómnica" e invernal nos aposentamos en las gradas con una preciosa vista de la colosal Ricardo Tormo a nuestros pies. Ruido, pasión, humo, velocidad y trepidantes carreras que nos llevaron a ver la proclamación de un ganador mundial en 125 (Thomas Luthi) y el triunfal colofón de un número 1, Dani Pedrosa, que acabó primero como guinda del campeonato que se metió en el bolsillo hace algunas competiciones.

En moto GP, los grandes, vimos en directo la desventura de Sete Gibernau, cuyos mecánicos se han ganado la gloria este año, ya que se salió de la pista por problemas técnicos; la gran remontada del rey, que pasó de la posición 15 a un merecido tercer puesto, detrás de la lucha por la segunda posición en la clasificación general que llevó a Melandri a hacerse con el título de subcampeón del Gran Premio.

En definitiva una gran jornada, que acabó con una vuelta a casa algo "costosa" en todos los sentidos pero con un buen sabor de boca al fin y al cabo. Presiento que esta ha sido la primera pero que, ni mucho menos, será la última.

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